Evolución y estructura de la industria
Se cree que la fabricación de papel tiene su origen en China
hacia el año 100 d.C.: se utilizaban trapos, cáñamo, paja y hierba
como materias primas y se golpeaban contra morteros de piedra
para separar la fibra original. Aunque con el tiempo ganó terreno
la mecanización, hasta el siglo XIX siguieron utilizándose
los métodos de producción por lotes y las fuentes de fibra agrícolas.
Las primeras máquinas continuas de papel se patentaron
en los años de cambio del siglo XIX al XX. Entre 1844 y 1884 se
desarrollaron los primeros métodos para la obtención de pasta de
madera, una fuente de fibra más abundante que los trapos o las
hierbas; estos métodos implicaban la abrasión mecánica y la aplicación
de procedimientos químicos a base de sosa cáustica,
sulfitos y sulfatos (Celulosa al sulfato). Con estos cambios se inició
la era moderna de la fabricación de pasta y de papel.
El papel es esencialmente una hoja hecha de fibras a la que se añaden varias sustancias químicas
para modificar sus propiedades y su calidad. Además de fibras y sustancias químicas, la
fabricación de papel requiere grandes cantidades de agua y energía en forma de vapor y
electricidad. En consecuencia, los principales problemas medioambientales asociados a la
producción de papel son las emisiones a las aguas, las emisiones atmosféricas y el consumo de
energía. Es previsible que los residuos se conviertan en un problema cada vez mayor.
La pasta papelera puede obtenerse a partir de fibra virgen por medios químicos o mecánicos o
bien a partir de papel recuperado. Una fábrica de papel puede limitarse a reconstituir la pasta
fabricada en otro lugar o integrarse con el proceso de desfibrado en el mismo establecimiento.
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